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viernes, octubre 06, 2006

En un mundo con la tecnología que tenemos, los ritmos de vida que llevamos y el consumismo que nos meten en nuestras cabezas, es muy fácil olvidarse de lo mas importante de nuestra vida: VIVIR!!
En este articulo encontraremos algunas de las hipotesís que varias personas o instituciones todabía desconocen acerca del ambito informático:

Evitar la sensación de que la informática es un problema

Una de las piedras en el camino de la aceptación de la tecnología es su desconocimiento. A veces ese desconocimiento no es por defecto sino por exceso de prejuicios. Puede que prefiera mil veces el acercarse a ella con un vacío total y una falta total de motivaciones y sentimientos de un signo u otro a, como desgraciadamente sucede en más de una ocasión, acercarse a la tecnología “resabiado” con tópicos o lugares comunes como el que titula el capítulo.

Efectivamente muchas empresas actuales siguen viendo la tecnología como un problema. Pasados los tiempos en los que el disponer de un ordenador o una red para conectarse eran cuestiones sólo reservadas a las grandes empresas que disponen de un departamento de sistemas, aún no llegamos a pasar del todo los tiempos en los que la tecnología no se ve sino como un problema en muchos sentidos.

Veamos en qué direcciones más comunes apunta la tecnología como un problema e intentemos argumentar en contra. Descubrirá que muchos de los argumentos esgrimidos en contra de la tecnología se apoyan en un desconocimiento de lo que es, en un conocimiento erróneo o en un retraso con respecto a las posibilidades que hoy ofrece.

•La tecnología es un gasto
Aun perduran en muchos empresarios modelos de negocio donde la recuperación del dinero invertido, lo que técnicamente se conoce como retorno de inversión (ROI) llega a ser tan obsesivo que solo se reconoce lo que da dinero en la mira del corto o a lo sumo medio plazo. No es de extrañar, pues en el mundo de la pequeña empresa, por ejemplo, las miras suelen alcanzar como mucho tres meses de vida, lo cual impide por cuestiones de necesidad imperiosa el hecho de plantearse modelos a largo plazo.

Pero la tecnología ya no es un modelo de inversión a largo plazo. Quizá nunca lo fue, pero sin duda hoy día es mucho mejor y más claro de cuantificar.

Ejemplos hay muchos. Ya sabe que el tiempo es dinero, y que cualquier ahorro en esa dirección es una forma automática de ganar dinero. Pues bien, hace mucho tiempo que la tecnología se ocupa de tareas cotidianas, del día a día, de tal forma que ese retorno de la inversión ya no espera al largo plazo. Nos referimos a que ya no estamos hablando de grandes computadoras que a lo largo del balance anual nos ahorrarán varias horas con sus cálculos.

•La tecnología falla mucho
Podemos enfocar este argumento desde varios puntos de vista, pero en ninguno de los casos vamos a ser los que nieguen la mayor y vamos a engañar contando que la tecnología no falla nunca. Claro que falla, pero el hombre también y no por ello despedimos a todos nuestros empleados o desconfiamos automáticamente de los mismos.

Poco tienen que decirnos, eso también es verdad, a la idea de que las mejoras en los procesos tecnológicos en cualquiera de los sentidos que consideremos son perfectamente notables, y, tal y como transcurren los movimientos científicos en nuestros días, crecen con pasmosa velocidad.

Si bien es cierto que no se ha inventado la tecnología perfecta, los fallos cada vez son menos y menos apreciables. Por otro lado, no es baladí considerar que cada vez le exigimos más a la tecnología, o que cada vez se encarga de ayudarnos en más elementos que antes. Es por ello que han de surgir inevitablemente nuevos problemas (como el de la compatibilidad entre programas, la conectividad entre dispositivos…) piense sin embargo, que esos problemas antes no existían porque sencillamente no existían las posibilidades y las soluciones que aportan.

Es por ello que quizá habría que realizar un modesto análisis de conciencia cuando hablamos de los fallos de la tecnología. No hace mucho escuchábamos los problemas técnicos que un empresario se encontraba cuando realizaba videoconferencias con un sistema de archivos compartidos. Seguramente hace unos años el mero hecho de plantearle a este empresario la posibilidad de hablar de sus productos con treinta países distintos sin moverse de su despacho le hubiera parecido una provocación. En definitiva, nos acostumbramos muy rápido a lo bueno.

•La tecnología no me sirve
Sin duda un programa de diseño no va a ser creativo, ni le va a dar la imagen del año, ni siquiera va a hacer que venda más productos. Quizá este sea uno de los errores más comunes con respecto a los elementos tecnológicos en los negocios. Pensar en la tecnología como un fin, o como una barita que todo lo resuelve sin que medie ninguna acción por nuestra parte ha llevado y originado más de un problema en empresas que han realizado grandes inversiones malaconsejados o desconocedores de las posibilidades de una implementación tecnológica en su empresa.

Que yo coordine toda mi flota de reparto desde un ordenador central me evitará mucho tiempo, mejorará mil veces los repartos y su puntualidad, me ahorrará miles de euros, pero si el producto que reparto no gusta, las pérdidas serán inevitables.

La tecnología deshumaniza
Es, sin duda, otro de los argumentos puestos sobre la mesa en múltiples ocasiones por parte de los empresarios. El miedo a que la tecnología sustituya las relaciones personales, o que enfríe su modo de acercarse a los clientes, hace que crezcan las reticencias a la hora de implementarla en sus negocios.

Sin duda el aspecto humano es insustituible, y sin duda nos encontramos ante un argumento que en realidad peca por desconocimiento de lo que la tecnología puede hacer.

Pensémoslo desde otro enfoque. Puede estar pensando en que la tecnología deshumaniza su empresa cuando a lo mejor le permite que sus empleados mantengan una conexión entre ellos mucho más constante y de mayor calidad. Si la tecnología pudo cambiar una cara por una conversación mirando a la cara del otro desde nuestro móvil; si la tecnología permite que estemos en contacto directo con nuestros compradores de china ¿quién está deshumanizando?

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